lunes, 10 de octubre de 2016

¿INFUSIÓN O PASTILLA? 5. RAZONES PARA ELEGIR LA PASTILLA.



La medicina tradicional se suele asociar a las culturas orientales, como la China, o la India. También a aquellas que a nosotros nos resultan más exóticas, como las de los indios americanos o la celta. Pero la realidad es que todas las culturas del mundo, incluida la nuestra, tienen sus propias tradiciones médicas. Al fin y al cabo la medicina tradicional no es más que la precursora de la medicina moderna, la que se practicaba, muchas veces a ciegas y sin fundamento alguno, que fue desarrollándose antes de la implantación del método científico. En algunos países, con un fuerte arraigo cultural de sus medicinas tradicionales, como es el caso de China, hasta mediados del siglo pasado no se comenzó a implantar la medicina científica. Gracias a ello, la esperanza de vida se ha duplicado en este tiempo.
Aunque muchos de los remedios que se usan en estos métodos tradicionales no tienen eficacia alguna, existen preparados realizados con plantas, hongos, algas, minerales o animales, que sí han demostrado tener cierto valor terapéutico, ya que contienen un principio activo. Pero que contengan algún principio activo y tengan algún efecto, no significa que sean mejores en ningún aspecto a los medicamentos de farmacia por distintas razones.


 1. La dosis.

Cuando usamos un medicamento de farmacia, tenemos un principio activo en un formato que viene tarado en gramos o miligramos exactos, que nos permiten consumir la dosis precisa. Si administramos una dosis mayor de la necesaria, podríamos provocar efectos no deseados, o si la cantidad no es suficiente, no tendríamos efecto alguno.
Si optamos por un remedio tradicional, por ejemplo a base de plantas, es difícil saber si la dosis que ingerimos es la adecuada. Lo más fácil es que nos estamos quedando cortos o estamos tomando demasiado principio activo. De esta forma, solamente podemos tener una aproximación con un margen de error desconocido, que en función de muchos factores, puede llegar a ser incluso del 100% y que realmente no estemos tomando nada.
Esto tiene una explicación muy sencilla, no todas las plantas de la misma especie contienen la misma proporción de principio activo. La cantidad de agua, de nutrientes o de sol que haya recibido, son determinantes a la hora de que la planta produzca mayor o menor cantidad del principio. El mero hecho de haber sufrido una enfermedad, también puede hacer variar notablemente la cantidad producida por la planta.
Además hay que tener en cuenta los métodos de extracción, manipulación y preparación, que también influyen.
Para un correcto tratamiento la dosis exacta es muy importante, así como para no dañar nuestra salud, por lo que saber con precisión cuánto estamos tomando es esencial.

La dosis es muy importante en medicina.


2.  ¿Solo o en familia?

En el medicamento de farmacia, el fabricante, tiene que demostrar, además de que es efectivo, que el principio activo llega a donde debe para actuar, que se conserva funcional el tiempo adecuado y no pierde sus propiedades, por lo que se estudia con qué acompañarlo (excipiente) para que todo esto se cumpla. En estos medicamentos, no tomamos nada más que aquello que es estrictamente necesario para cumplir su objetivo terapéutico.
En cambio, cuando usamos un remedio tradicional, no sólo estamos suministrando el principio activo, lo estamos acompañando de otra gran cantidad de sustancias. Todo esos componentes que no son necesarios administrar, pueden llegar a disminuir la efectividad del remedio, pueden hacer que sea más perjudiciales que el beneficio que pudiera aportar, pueden ser otros principios activos que estemos tomando sin necesidad e incluso puede llegar a causar efectos negativos no deseados.

Siempre hay más de lo que uno podría creer.

3. Materia prima.

A la hora de producir el medicamento, ya sea un remedio tradicional o un medicamento farmacéutico, necesitamos una materia prima de la que obtenerlo. En las medicinas tradicionales y en algunas de farmacia, se utiliza directamente una planta o animal de donde extraerlo. Esto crea una presión sobre la flora y la fauna que puede poner en peligro la subsistencia de la especie.
La medicina de farmacia trata de buscar la forma de producir la sustancia deseada sintéticamente, abaratando así los costes. Pero aunque no sea el principal objetivo, el sintetizar el principio activo sin necesidad de recurrir a plantas o animales, tiene un impacto positivo en el medio.
Entre otros, el sauce blanco ha sido utilizado durante miles de años con fines terapéuticos. De su corteza se puede extraer la salicina,  precursora del ácido acetilsalicílico, el principal componente de la más que famosa aspirina. De la corteza de este árbol se podían obtener un máximo de 30 gramos de principio activo por cada 1,5 kilogramos del mismo, ya hemos visto que eso puede ser muy variable. Teniendo en cuenta la demanda que existe de este medicamento a nivel mundial, unas 6.000 toneladas anuales, la cantidad de sauces blancos que habría que plantar para cubrir esa demanda es muy grande. Lo más probable es que si a finales del siglo XIX, no su hubiera descubierta la manera de producirlo sin necesidad de usar la corteza del árbol, este estaría extinto a estas alturas.
La medicina tradicional ha sido la culpable de llevar prácticamente a la extinción a muchos animales y plantas, a los que se les otorgaba poderes curativos, muchas veces sin evidencia alguna, como es el caso del rinoceronte, el caballitos de mar o algunas especies de tiburón.
También es responsable de atrocidades, como es el mantener a osos durante muchos años en unas condiciones lamentables para extraerle la bilis de la vesícula. Aquí podéis leer una noticia de una osa que fue liberada. Afortunadamente esta noticia tiene un final feliz, pero otros muchos animales sufren torturas similares, para cubrir la demanda de los usuarios de estas antiguas creencias. Al contrario de lo que se piensa, la medicina tradicional no es ni menos dañinas para el medio, ni más respetuosa con los animales. 

El rinocernte está en peligro de extición por el valor de su cuerno en la medicina China.


4. Natural o sintético.

Cuando se piensa en la medicina tradicional, muchos creen que es más saludable por extraer los preparados directamente de la naturaleza. Hay que tener en cuenta, que todo proceso biológico es el resultado de reacciones químicas. Cuando actúa un principio activo, lo hace en función de su composición química, indistintamente del origen de la sustancia.
El ácido acetil salicílico es C7 H6 O3, ya sea extraído del árbol o sintetizada de manera artificial. Ambos son indistinguibles y van a producir el mismo efecto antiinflamatorio, van a tener la misma solubilidad o los mismos efectos secundarios. 

Molécula de ácido acetilsalicílico.
                             

5. Evidencia y estudios.

En el año 2015, la investigadora china Tu Youyou fue galardonada con el premio Nobel de medicina, por su contribución en la lucha contra la malaria.
En algunos medios la noticia se dio sesgada, otorgando a la medicina tradicional china el mérito del descubrimiento. Si bien es cierto que se utilizaron textos antiguos en busca tratamientos que dijeran ser eficaces contra la malaria, no fue una tarea sencilla. En un principio hubo de contratarse a más 500 científico para abordar el problema y comenzaron los estudios con más de 2.000 candidatos que existían en las diferentes variantes de la medicina tradicional china. El filtrado les llevó años y los estudios décadas, hasta que consiguieron dejarlo en solo cuarto que hayan demostrado utilidad. Esto quiere decir, que solo un 0,2% eran realmente efectivos. En este enlace se cuenta la verdadera historia que hay detrás de este Nobel.
Como vemos, en las medicinas tradicionales se mezclan algunos preparados con cierto valor terapéutico, con muchísimos otros que cuando se estudia su efectividad se observa que es nula. 

La ganadora del Nobel de medicina en 2015 Tu Youyou.
                             


En resumen, si uno lo piensa fríamente dejando a un lado sus sesgos, se da cuenta de que lo más razonable, lo más seguro, sano y respetuosos con el medio ambiente, es usar la medicina de farmacia.

NOTA.
La medicina de farmacia es aquella que está avalada por ensayos clínicos y se presenta en "forma farmacéutica", donde solo existe el o los fármacos (principios activos) y los excipientes. El nombre no es porque sea fabricada por las grandes farmacéuticas. Que en la Big Pharma puedan existir prácticas cuestionables, es otra historia y otro debate. Pero eso no va a cambiar todos los problemas que he citado en el post, sobre las medicinas tradicionales.



1 comentario:

  1. Sin dudar, la pastillita, venga del sauce o de un laboratorio, que será lo más efectivo y eficaz q, que venga de un laboratorio.
    Esto que enlazo lo he vivido muy de cerca, y bueno sin comentarios http://cadenaser.com/ser/2009/04/06/espana/1238975412_850215.html

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