jueves, 12 de febrero de 2015

SIN GRAVEDAD


Estas entradas se pueden leer de forma separada e independiente sin necesidad de seguir un orden concreto, la idea es que cada entrada sea una historia por si misma, aunque a la vez formen parte de una historia global de los personajes Set y Marco. Si nunca has leído una de estas entradas antes, puedes leerte el preludio donde sitúo el principio de la aventura, pero si no te apetece tampoco hace falta, tu mismo.


FLOTA QUE ME CAIGO


Marco estaba sentado en el sillón, leyendo el tercer libro de la saga Robots de Isaac Asimov que Megan le había recomendado, se hallaba completamente absorbido por las aventuras del detective Elijah Baley y su compañero el robot Daneel Olivan, cuando se escuchó un ruido sordo seguido de un chirrido, Marco se sobresaltó y miró alrededor buscando la fuente del ruido. De pronto una sensación en el estomago le erizó los pelos de todo el cuerpo, ¡se estaban cayendo!.
Comenzó a elevarse del sillón, Marco trato frenéticamente de agarrarse a la oreja del mismo y comenzó a gritar.
- ¡Diooooos! ¡Nos caemos, nos caemos!
Estaba fuera de si, el corazón le latía a toda velocidad, flotaba por la habitación tratando de agarrarse a algo sin éxito, se estaba acercando al techo y braceaba como un loco, en su interior algo esperaba el inminente final, cuando la nave golpease contra el suelo. Cuando llegó al techo, apoyó las manos en un intento desesperado de hacer algo por salvar su vida, apretó fuertemente los dientes y cerro los ojos, pero una imagen que se había colado en su retina, y unas décimas de segundo después de haber cerrado los ojos había llegado a su cerebro, le hizo volver a abrirlos, en el centro de la habitación flotaba una masa informe translúcida, la observó anonadado y por un momento se olvidó de la situación en la que se encontraba, se preguntó qué sería aquello. En ese momento se escucho la relajada voz de Megan.
- No te preocupes Marcos, en unos minutos volveremos a poner en marcha el sistema.
- ¡Megan! ¡Megan! - gritó Marco - ¡Haced algo! ¡nos estamos cayendo!
- ¿Cayendo? - preguntó desorientada Megan - No Marco, es imposible que nos estemos cayendo, no estamos cerca de ninguna masa, no estamos cayendo en absoluto, simplemente ha habido una avería en el sistema de giro y estamos en micro gravedad, ya he detectado el error y en unos minutos reactivaré la gravedad artificial.
Marco se sentía estúpido y confundido al mismo tiempo, allí asustado en el techo de la nave había pensado que su vida había llegado al final. Contempló la masa informe, que se había dividido en tres partes, una de las cuales era prácticamente redonda y comprendió que era el agua que unos momentos antes se encontraba en el interior de su vaso, aunque este permanecía sobre la mesa sin verse afectado. Los únicos objetos que flotaban eran las prendas de ropa, la tablet, el agua y él, imaginó que los objetos de la nave en su mayoría estarían diseñados para no flotar en caso de que ocurriera un incidente como ese.
- Megan - llamó al ordenador que inmediatamente le respondió.
- Dime Marco.
- ¿Que puedo hacer mientras? ¿Cómo bajo de aquí?
- Puedes impulsarte con las paredes para ir a cualquier parte - le respondió – Según los datos que tengo de la Tierra, por lo visto, es un sensación bastante agradable y la gente suele disfrutarlo.
El chico dudó unos momentos, pero al fin decidió intentar llegar al sofá, se impulsó fuertemente y cruzó velozmente la habitación chocando aparatosamente con él y lastimándose una muñeca al intentar detener el golpe, rebotó y avanzó mas despacio hacia la puerta del baño, una vez allí, se agarró a ella. Volvió a impulsarse mas suavemente, y flotó hasta el sillón como a cámara lenta, la sensación le resultó maravillosa. Una vez perdido el miedo, se dedicó a recorrer la sala de un lado a otro con suaves impulsos para ir haciéndose con el manejo, le llamó la atención que no había un arriba y un abajo, aunque visualmente la configuración de la habitación mandaba la orden a su cerebro de cual era el techo y cual el suelo, podía flotar en cualquier ángulo, que sentía exactamente lo mismo. Aunque la sensación en el estomago de ir cayendo persistía, ya no le era molesta. Se reía a carcajadas y jugaba dándose impulso y probando nuevas piruetas. En un momento dado, se cruzó con el agua que aun permanecía flotando por la sala, la tocó con la mano, después la mordió y comprobó que podía beberla. Había perdido la noción del tiempo y no sabía cuanto tiempo había transcurrido, cuando se escuchó la voz de Megan.
- Marco, te recomiendo que te agarres al sillón o te acerques al suelo, voy a poner en marcha la rotación y aunque la aceleración es paulatina, no quiero que puedas lastimarte.
- ¡Jo! - Se quejó el chico - ¿No podías dejarlo durante un rato mas?
- Lo siento - Se disculpó siempre amable - Pero es necesario recuperar cuanto antes la pseudo gravedad y evaluar los daños, aunque las cosas esenciales de la nave están preparadas para estos contratiempos, siempre algo acaba por sufrir una rotura.
Marco, que ahora ya sabia manejarse, se impulso hacia el sillón y se agarró a la mesa para no volver a ascender, poco a poco fue consciente de su peso corporal otra vez, la sensación en el estómago fue desapareciendo hasta que su cuerpo volvió a hundirse en el mullido asiento. Se escuchó el agua caer en alguna parte detrás de él y el sordo golpe de la tablet al chocar con el suelo. Todo había acabado y volvía a ser tan normal y aburrido como antes.


- ¿Como es que tenía la sensación de estar cayendo Megan?
- Creo que eso es mejor que te lo explique Set, aunque yo tengo los conocimientos no se si sabré explicártelo para que lo entiendas.
A Marco le gustaba hablar con Megan, sabia que su amabilidad era impuesta por la programación, pero aún así disfrutaba de su conversación.
- inténtalo anda - le pidió - si luego veo que algo no lo he entendido, le pediré a Set que me lo aclare, bueno siempre y cuando no estés ocupada con otras cosas.
- No te preocupes, puedo atender a varias cosas a la vez, sin que mi capacidad se vea reducida.
- Perfecto - dijo entusiasmado - entonces empieza cuando quieras.
- Bueno Marco.. - en ese momento el muchacho le interrumpió.
- Perdona un momento Megan, una pregunta.
- Dime.
- ¿No podrías aparecer en la pantalla? - le preguntó - Así no miraría al techo cuando me hablas, se que no estás arriba, pero como el sonido viene de allí, siempre acabo mirando hacia arriba.
- No tengo forma de aparecerme - le dijo apenada - lo siento mucho, pero no soy mas que un programa.
- Bueno, puedes hacerte un muñeco o algo - le animó - así me haría a la idea de que ese muñeco eres tu y me seria mas cómodo hablar contigo.
Hubo un pequeño silencio y la pantalla se encendió y apareció la cara de una chica, se notaba que no era mas que un dibujo, aunque era muy elaborado y tenía cierto realismo.
- En tan poco tiempo no puedo hacer nada mejor - la boca de la chica se movió con cierta descordinación respecto al sonido - trabajaré para ir mejorándolo y si te hace sentirte más cómodo apareceré siempre que hablemos.
- Me vale perfectamente - dijo contento de poder dirigirse a algo que no fuera el techo - ahora puedes explicarme lo de que me caía, porque te prometo que yo creía que nos estábamos cayendo, no me he meado encima de milagro.
- la razón por la que tenias esa sensación, es porque cuando caes pasa lo mismo que cuando estás en micro gravedad.
- No entiendo, cuando caigo estoy cayendo y ahora lo que hacia era flotar no caer.
- Me refiero a la fisiología de tu cuerpo - La imagen y el sonido de la pantalla eran cada vez más coordinados, Marco apreció, que los rasgos del dibujo mejoraban haciéndose cada vez más realista, pensó que seguramente a la misma vez que le hablaba con el, estaría evaluando los daños en la nave, quizás hablando con Set, mejorando el aspecto y la coordinación de la imagen y quien sabía cuantas cosas mas.
- ... en el suelo - Llegó a escuchar Marco.
- Perdona Megan, estaba pensando en otra cosa y no te escuchaba.
- No te preocupes - sonrío la imagen - ¿Por donde te has quedado?
- En lo de la no se qué de mi cuerpo, vamos en el principio.
- Te decía que el cuerpo experimenta lo mismo cuando caes, que cuando estás en micro gravedad - entonces decidió cambiar de táctica - vamos a ver, cuando estás en el suelo todo el peso de tu cuerpo recae sobre tus pies, ¿Verdad?
- Si - dijo Marco.
- Y sobre ellos tus piernas que soportan tu tronco, y dentro están tus órganos, digamos que apilados los unos sobre los otros.
- Vale lo veo - Le interrumpió Marco que ahora entendía por donde quería ir - lo que me quieres decir es que cuando caigo, los órganos de abajo no sienten el peso de los de arriba, y cuando se ha roto la máquina y he empezado a flotar - dijo mientras hacía un gesto con la mano simulando que flotaba - mis órganos tampoco tenían ese peso, ya que flotaban también - terminó orgulloso de haber sido capaz de acabar el razonamiento antes de que Megan acabara.
- Efectivamente Marco.
- ¡Que movida! - Exclamó - y entonces ¿la maquina esa como hace que ahora tengamos gravedad?
- No tenemos gravedad en la nave Marco - la imagen se dividió y en la mitad que no ocupaba la cara de Megan, apareció la nave - En las partes cilíndricas que giran al rededor de la parte alargada central, es donde se simula la gravedad, en el resto de la nave no hay esa simulación y están sin gravedad.
- ¡Anda mi madre! - Volvió a exclamar - ¿Y como narices se simula la gravedad? - preguntó.
- Girando – respondió sin mas.
- Vale, con eso no me aclaras nada – se quejó – ¿como girando consigues la gravedad?.
- En realidad no estás consiguiendo gravedad, al girar los cuerpos tienden a irse al exterior por la inercia, es como cuando en una atracción de feria que gira, tiendes a irte hacia fuera y acabas aplastado en el lateral.
- Pero yo no estoy aplastado en la pared, estoy con los pies en el suelo- Le rebatió.
- Adecuando la velocidad de giro, puedes conseguir una fuera similar a la de la gravedad, y el suelo que tu pisas es la parte externa de la nave - entonces la parte de la que hablaba, comenzó a parpadear en la imagen de la pantalla.
- ¡Ualá! - se sorprendió – ¿Me quieres decir que estamos todo el tiempo dando vueltas al rededor del centro de la nave y que debajo de mis pies no hay nada? - Eso le producía una sensación de vértigo que no le gustó nada. 
- Pues me temo que si Marco – le confirmó – Pero no tienes que preocuparte lo mas mínimo, la nave está construida para aguantar perfectamente.
- Pues me ha molado un montón el flotar por ahí, ya podías parar la maquina de vez en cuando.
- Eso no puedo hacerlo Marco, pero si puedes hablar con Set y que te deje ir alguna vez a la zona central de la nave donde no hay gravedad.

Marco se levantó a recoger la tablet y comprobó que no se había roto, se sentó en el sillón para seguir leyendo y le costó mucho volver a concentrarse en el libro, estaba deseando hablar con Set y poder volver a experimentar la micro gravedad.

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